lunes, 7 de diciembre de 2009

Artículos de Opinión aparecidos en ABC a raiz de los últimos acontecimientos.


Lamentablemente nuestro pueblo sigue en el ojo del huracán gracias a nuestros gobernantes socialistas, y prueba de ello son las interminables informaciones que aparecen en la casi totalidad de los medios de comunicación nacionales de todos los ámbitos y todas las ideologías (incluso acaparando portadas), lo que muestra a las claras la desastrosa política ejercida por los socialistas burguilleros.
Pues bien, en esta ocasión Burguillos Popular os muestra dos artículos de opinión aparecidos en el Diario ABC en los últimos días y en los que nuestro Burguillos es protagonista (Así no los quiere Viera, por Juan José Borrero el 6 de diciembre, y El Pregón de la Corrupción, por Paco Robles el 4 de diciembre) y de los que recomendamos que los leais detenidamente pues no tienen desperdicio.

ASÍ NO LOS QUIERE VIERA, por Juan José Borrero.
Con la extraordinaria capacidad que tienen los líderes socialistas para presentarse ante la sociedad como víctimas cuando se les señala como culpables, el secretario provincial, José Antonio Viera, intenta eludir toda responsabilidad en el caso de la utilización gratuita de una sede de Correos por el PSOE de Burguillos como si no fuera con él.
Viera, que por el momento elude comparecer ante la Justicia por la gracia de ser senador, se ofusca porque su nombre salga en los papeles por los que dice se entera de estas cosillas de su partido. Vamos, leyendo a Eduardo Barba en el ABC, el periodista que también destapó el otro caso Burguillos, el caso que llevó al ex alcalde a los Juzgados donde fue condenado a pesar del efusivo apoyo que le demostró Viera. Los alcaldes de pueblo no son aforados.
A Viera le molestan tantos casos aireados en la Prensa y tanta denuncia en los juzgados. Y tiene una lectura peculiar de todo lo que está pasando. No es que existan indicios de delito en la gestión de las Administraciones gobernadas bajo las siglas del partido del que es secretario provincial. No, todo esto es producto de un conspiración tan premeditada que hace coincidir el viernes en los juzgados a dos asesores, uno de Monteseirín y otro de Chaves, uno como imputado otro como testigo, para declarar por las tramas de Unidad y Mercasevilla, respectivamente. Y como a Viera no le gustan las denuncias que no tengan la traca fallera que explota en los telediarios pone objetivo a la verborrea insultante en Zoido. Aunque Zoido no toque bola en Burguillos. Pero dice que es un «rufián» y un «granuja», porque como juez que es de profesión tiene mano en los juzgados, allí donde una juez esta semana obvió la condición de aforado de Viera y osó citarle como imputado.
El planteamiento de Viera demuestra una extraña visión de la Justicia y constituye todo un insulto a los jueces. Pero todo vale con tal de iniciar una de las estratégicas campañas con marca de la casa. Ahora toca Zoido. Y señalando a Zoido no cae en la cuenta Viera que hace un enorme favor al candidato popular, porque así destapa el senador los verdaderos motivos de su nerviosismo, el que le tienen metido en el cuerpo las encuestas.

EL PREGÓN DE LA CORRUPCIÓN, por Francisco Robles.
Lo peor de las comparaciones no es que sean odiosas: es que son inevitables. Los maestrantes han elegido al cartelista de la próxima feria taurina. Será Luis Gordillo, un sevillano con prestigio internacional que se vio obligado a explorar nuevos mundos. Es muy complicado ser pintor en la Sevilla de Herrera el Viejo y Pedro de Campaña, de Pacheco y su yerno Velázquez, de Alonso Cano y Zurbarán, de Murillo, de García Ramos o de tantos otros que tienen nombres de calles como Sánchez Perrier, Jiménez Aranda o José de Arpa. Unos nacieron aquí y otros vinieron para quedarse con la luz. El pasado pesa, como señaló una tarde de primavera Luis Gordillo en el Salón del Almirante del Alcázar. Por eso salió de la ciudad y de sus cánones. No tenía otro remedio.
Sevilla, tan pintada que a veces se pierde bajo los repintes del kitsch, no está a la altura de los dorados siglos que la llevaron a convertirse en Reina del grande océano. A la vista está. De aquellos años sólo nos queda la picaresca, que ahora ha entrado por la puerta grande del poder. Por eso sería apropiado que alguien organizara el Pregón de la Corrupción, con su correspondiente cartel incorporado. Imaginen un escenario con las autoridades correspondientes: tela de guasa, ¿verdad? La banda ataca los sones de la marcha elegida por el rapsoda. «Soleá, trinca con la mano». El delegado de Superestructuras para la Corruptibilidad presenta al pregonero o pregonera, porque el pregoncillo guardaría las normas de la paridad. Y vámonos que nos vamos con los ripios que riman maravilla con Mercasevilla. ¡Ole!
Para el cartel no habría problema alguno. En Sevilla sobran caras y caretos para inspirar a más de un retratista, así como tipos que dirijan la labor del artista ordenándole que ponga «unas pinceladas al centro del lienzo». De camino se podría organizar un congreso sobre el asunto para que los expertos pudieran darnos lecciones de honradez y democracia. ¿Se imaginan un salón internacional denominado Trincab con lo mejor de cada ayuntamiento? Esos frikis costasoleños, esos «gürtelianos» con toda la correa dada, esos aforados que se libran de la imputación porque son senadores. Pedazo de cartel patrocinado por el Banco de Monipodio. Y como remate del pregón, un ripio al más puro estilo hispalense: «Donde fueras, / haz lo que Viera». Como diría un concejal, con uve de Burguillos.

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