El fracaso de la política de inmigración de Zapatero agrava la crisis social.

El "papeles para todos" de Zapatero produjo un efecto llamada que ha convertido a España en el décimo país del mundo con mayor cantidad de inmigrantes, que representan más del 10% de la población.
Ahora, un ayuntamiento gobernado en coalición por el PSOE niega a los inmigrantes sin papeles el empadronamiento.
Zapatero declara que los derechos de los inmigrantes "están por encima de todo" pero su política irresponsable ha provocado que:
Más de un millón de inmigrantes haya perdido su empleo desde que empezó la crisis, según el Anuario de la Inmigración en España del 2009.
Unos 250.000 inmigrantes se han ido al paro en sólo tres meses, y la tasa de desempleo alcanza ya el 28%.
Seis de cada diez inmigrantes en paro no tienen cobertura de desempleo.
Las soluciones que plantea el gobierno socialista tampoco funcionan.
El ministro Corbacho, afirma que el Plan de Retorno "está funcionando relativamente bien", cuando poco más de 10.000 inmigrantes se han acogido a él.